sábado, 5 de enero de 2013

Mundo Ardiente


"Consideremos como benditos los momentos estresantes. Precisamente en esos momentos
aprendemos a distinguir lo importante de lo mediocre. En los días de satisfacción nuestra vigilancia
se opaca, aunque esta cualidad se necesita especialmente cuando hay una aproximación a las esferas
ardientes. De aquí que la opresión y la tensión son también preciosas. Ellas no sólo incrementan la
vigilancia y la impetuosidad sino que también fuerzan a que broten nuevos fuegos de nuestras más
íntimas profundidades. Que el fuego de Tara esté especialmente cerca. Así, acrecentemos el amor a lo
inesperado como la fuente de una nueva alegría. Verdaderamente, el mejor fuego se enciende a través
de la alegría. De aquí que, las épocas tensas son un horror sólo para los ignorantes; ya que para
aquellos que saben, esos momentos son simplemente una fuente de eventos. Los fuegos atraen más
cercanamente aun remotas acciones. Para algunos, lo que ha sido dicho aparecerá como una fría
abstracción, pero esto es sólo para aquellos de corazón frío, para los que ya tienen el fuego
extinguido. Tú ya conoces la tibieza del corazón y tú aprecias al inesperado Mensajero. Por lo tanto,
es muy importante seguir a los Señores; uno debe dejar atrás las obscuras determinaciones. Sólo el
Fuego de los Señores se encenderá atrevidamente. Por consiguiente, cualquier palabra acerca de los
Señores deberá ser valorada. Aunque se la pronuncie desapercibidamente, no obstante estará allí en el
prana de la audacia. Hagamos que las palabras acerca de los Señores resuenen en todos los rincones
del Mundo. Estos son cirios encendidos ante santuarios sagrados. Ellas son lámparas de Fuego Vivo
– una protección en contra de todas las enfermedades. La solemnidad es como la llave para una
cerradura."
 
 
Mundo Ardiente
Libro I
1933


 

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